Acá, complicados. La Corte Suprema representa los intereses de las grandes corporaciones y se transformó en la cueva de los 300 ladrones más prominentes de Argentina. Como si fuera poco, secuestraron el Consejo de la magistratura.
La justicia federal, los jueces de la servilleta, – ¿se acuerda?- trabajan para extorsionar políticos en combinación con Clarín. Con ese esquema se lanzó una política de persecución contra el kirchnerismo y llegaron al punto de proscribir a Cristina Fernández de Kirchner.
Por otra parte, usted siempre recordaba, con orgullo, la necesidad de volver a la movilidad social ascendente, a partir de la educación pública. Se ponía como ejemplo, cuando nos decía que siendo nieto de un gallego analfabeto pudo llegar a convertirse en presidente de la república. Ahora, tenemos paralizado el congreso por una oposición de derecha, que, entre otras cosas, está frenando la creación de nuevas universidades públicas a lo largo y ancho del país.
Me imagino su ceño fruncido al leer estas líneas. Adivino, porque conozco su espíritu de lucha, que ya debe estar pensando una estrategia para que el partido evite la continuidad de semejante estratagema del poder factico contra la democracia. Lamento decirle que el partido no existe más. Los radicales estamos en otra parte, ahora Lousteau es un radical de la estructura, Morales – que intentó jubilarlo- es presidente del comité nacional y precandidato a presidente para formalizar la fórmula Larreta- morales. Sí, Larreta; el mismo que se presentó como peronista en la alianza, en tiempos de De La Rua, y terminó siendo designado como interventor del PAMI.
Ahora, la UCR persiste en una alianza política que pregona el ajuste, milita el endeudamiento con el FMI y practica el negacionismo del terrorismo de estado.
Ya sé, conozco muy bien su gesto cuando el rostro se le torna morado. Debe estar apretando sus puños y vociferando improperios al aire, la gallegada se le subió a la cabeza. Y tiene razón.
Pero quiero contarle la historia completa sobre lo que pasa en nuestro sur terrenal. Los radicales nos fuimos del partido para seguir siendo radicales y alfonsinistas. Tenemos dirigentes como Leopoldo Moreau y Sergio Palazzo. Estamos denunciando la mafia judicial, destapamos la olla de la persecución ilegal contra opositores al macrismo, no votamos el acuerdo con el fondo y pusimos en evidencia la existencia de la gestapo sindical.
El motivo de estas líneas, tan amargas, es para darle una buena noticia. Los radicales tenemos proyecto para defender la república; es Cristina. Esperamos saltar la proscripción de la mafia judicial porque ella, como usted, no es mascota de Magnetto. Con ella podremos festejar los 40 años en democracia completando la parábola de nuestra existencia: democracia para siempre y patria para todos.
Con el cariño de siempre, Diego Kraljevic.
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